Algunos niños sueñan con ser futbolistas o astronautas, muchas niñas con ser princesas o modelos, y yo, me pasaba largos ratos frente a la televisión mientras todos aprovechaban para ir al baño o ir a por algo de beber, viendo anuncios.
No tenía muy claro qué quería hacer o ser, hasta que empecé a imaginar mi primer anuncio, con unos 7 años. Se trataba de un anuncio de salsa, concretamente de pasta con tomate. Lo primero que hice fue ir corriendo a mi madre a contarle mi gran idea, ilusionada, en aquella época, la canción que estaba de moda era la Macarena, ¿quién no la ha bailado? Podría perfectamente representar la marca España de aquella época. El anuncio se basaba en unos macarrones que bailaban la macarena “dale a tu cuerpo alegría macarena”, siendo la alegría la sabrosa salsa de tomate, en la que se bañaba y a la que se tiraba la pasta. Aquél momento, a pesar de no ser muy consciente de ello, marcó muchas decisiones posteriores en mi vida. Una de estas decisiones, fue admitir que lo mío eran las ideas y la comunicación, y la unión de ambas, que a grandes rasgos podría ser la publicidad.
La comunicación es la nueva tierra de oportunidades, ya no es palpable, todos nos convertimos en huellas digitales y nos encargamos de que quede marcada, señalada. A&N Publicidad quiere dejar su señal en el mundo 2.0, y ese pequeño equipo de grandes profesionales y, ante todo, personas, me ha reclutado dándome la oportunidad de llevar a cabo esa parte que conecta la agencia con el público.
El año que viene tengo previsto acabar mi grado en Publicidad y Relaciones Públicas en la Universidad de Valladolid, y espero poder salir preparada con esta formación de prácticas en A&N Publicidad, a no confundir con pre-parada. En estos tiempos difíciles, personas que brindan oportunidades son las que faltan, y he tenido la suerte de toparme con algunas de ellas en el seno de esta agencia.
Naces, creces, te haces community manager para nunca morir en la red.
Mi nombre es Meriem, me sé los pasos, aunque no he venido a bailar la macarena, pero imaginad que salen a hacerlo unos macarrones con tomate.