A lo largo de mi vida, me han dado malos y buenos consejos. Dentro del segundo grupo, algunas veces me han dado muy buenos consejos. Uno de ellos me lo dio mi profesor de matemáticas en 3º de ESO. “Davinia, antes de estudiar la asignatura, estudia al profesor. Y que esto te sirva para todos los ámbitos de tu futura vida profesional”. Se me quedó grabado a fuego.
Algunos años más tarde, en 3º de carrera, mi profesora de Creatividad Publicitaria me habló de la importancia del currículum. “Tienes que ser plenamente consciente de dónde vas a mandar tu currículum. Si el puesto al que aspiras es a algo administrativo, no puedes enviar el mismo currículum que a una agencia de publicidad”. Y ambos consejos los llevo a rajatabla.
Estamos en una agencia de publicidad y, a menudo, nos llegan currículums enviados por email que son un archivo word con muchas letras, solicitando un puesto creativo. Si quieres ser creativo, demuéstranos lo creativo que eres desde el principio, desde el momento 0. Eso será lo que les haga a las agencias abrirte las puertas o no (sobre todo cuando no tienes detrás una amplia experiencia que te respalde).
Otras veces, nos llegan otros currículums que nos dejan con la boca abierta. Entre líneas, o entre pliegos, se nota trabajo, se notan las ganas, se nota el alma. Y son los que nos llegan hasta las costuras de la piel y nos hacen admirarles mucho. Estas personas dan un paso más. Cuidan su presentación al milímetro, se preocupan por venir y solicitar cinco minutos para entregártelo en mano. Y no esperamos menos: algo hecho con tanto mimo, merece, como mínimo, ser entregado en persona y poder ver la cara del receptor.
El caso de José María Díaz, creativo publicitario madrileño, rompió moldes. Hizo una lista en Spotify que era la primera lista que no se escuchaba, se leía. ¿Qué os parece? A mí me maravilló.
Os queremos enseñar dos currículums que nos han traído a la oficina hace no mucho y que, consideramos, se merecen ser mostrados. También hemos hecho una pequeña recopilación de currículums muy creativos que hemos encontrado por internet.
En resumen: si pretendéis ser creativos publicitarios, diseñadores gráficos, copys creativos… no entreguéis un archivo word a la empresa a la que queráis entrar.