… es un hasta la vista, baby.
Se acaba el verano, empiezan las clases, nos proponemos aprobar, e incluso algunos sacar buenas notas, y la Tía Angustias se vuelve a la universidad, a intentar seguir su vida sin la agencia…
Va a ser duro, me pasaré noches en vela pensando en SuperLola, el ejemplo claro de la faceta multitarea de una mujer, capaz de hacer bromas y reírse de las nuestras mientras almacena gigas y gigas de información de vida o muerte, y con piernas como para dejar sin aliento (viene a la agencia provocando, y claro). También me acordaré de Zoraida, un campo de ideas y una sonrisa permanente, te regala el mundo por una magdalena con pepitas de chocolate. Ése era el sector femenino, en cuanto a los dos hombres de la agencia, (mis jefes) pues que son geniales tirando a (que no se note el peloteo) singulares. Nacho y Álvaro, o viceversa, ambos me han enseñado dos aspectos imprescindibles en una agencia, a ver si adivináis quién me ha enseñado qué: orden y método por un lado, y espontaneidad y paciencia por otro. Gracias a ellos, también he aprendido que todos estos aspectos deben ir de la mano, que el trabajo y la constancia son imprescindibles, pero que las mejores ideas surgen en el momento más inesperado, mientras uno se come un bollo y habla del último vídeo de Menganito en la pausa del café, por ejemplo.
A pesar de separarme físicamente a más de 700 km de distancia, tengo pensado muy seriamente seguir siendo parte de este equipo y dejar un trocito de mi corazón en la agencia, de la que me he enamorado por completo.
Dicen que nunca olvidas el primer beso, el primer amor, la primera mascota, la primera vez que montas en bici… y en mi lista de primeras veces, está AN Publicidad.
Gracias, sois la P por excelencia, Profesionales, pero sobre todo, Personas.