Después de diez años de profesión en el mundo de la comunicación hay cosas que no dejan de sorprenderme, una de ellas es la facilidad con las que algunas empresas juegan con su imagen sin darle importancia.
Estoy seguro de que ninguno de nosotros dejaríamos el proyecto de la construcción de nuestra nueva tienda, despacho, negocio, etc. , en manos de un conocido que sepa mucho de construcción, ni confiaríamos un juicio importante a un conocido que tiene nociones de derecho.
Está claro que todos intentaríamos ponernos en manos de profesionales con experiencia, que nos dieran la tranquilidad de un trabajo bien hecho.
Entonces, ¿por qué cuando se trata de la imagen de nuestra empresa no hacemos lo mismo?
Entiendo que el principal problema es que no la valoramos lo suficiente. Y para que hagamos reflexión sobre su valor he aquí la definición y objetivos que ésta tiene:
“La imagen produce un juicio de valor que empuja a diferentes actitudes de aceptación o rechazo de lo percibido, por ello es importante mantenerla vigilada y en continuo cuidado.”*
“El objetivo de la imagen de una empresa es proyectar su profesionalidad, transmitir confianza a sus clientes potenciales y conseguir ser más competitivas. Hay que tener en cuenta que, ningún cliente va a confiar en una empresa si ésta no trasmite todo lo que se espera de ella.”**
Ojo! No existe una segunda impresión, es la primera la que realmente cuenta y crea confianza.
Así que… si quieres comunicar que eres profesional, elige a un grupo de profesionales en comunicar.
* Fuente: Blog Desde la trinchera – Mi Espacio ** Fuente: Blog Carla Delgado